Pues con la tontería lo olvidé y hace ya más de un año de la carrera y bastantes meses desde la publicación de las dos revistas.
Disculpen la demora.
Gobi March 2011
No se donde leí que en el desierto del Gobi llovía una vez
al año. Joder, ya es mala leche. A mi me ha llovido lo de los próximos 5.
En la montaña, tiritando por la noche, y cuando bajamos al
desierto, sumado a un calor extremo, esa dosis diaria de humedad lo hizo
increíblemente duro, rozando lo insoportable. Por otro lado, después de tantos
días allí, el que nos vendieron como el desierto mas ventoso del mundo, en este
aspecto nos estaba respetando...hasta la última noche, en la que una increíble
tormenta de arena que amenazaba con llevarse por delante todo lo que pillara
nos convirtió a todos en croquetas humanas. Puajjj, que mal sabe la arena en la
boca, pero que bien sienta en la piel, y en la mente.
Un poco de todo en una carrera...mejor dicho, un mucho de
todo en una carrera que como todas la que he corrido, ha dejado una huella en
mi memoria que difícilmente se borrará por mucho que llueva o por muy fuerte
que sople el viento.
Ahora,
bastantes días después y analizando lo que fue, me doy cuenta de que es mi
primera carrera por etapas en la que todas ellas han sido diferentes entre si.
El campamento de salida estaba situado en un prado verde,
rodeado de árboles a la afueras de un pueblecito en el que destaca entre las
humildes casas una mezquita toda alicatada en verde que nos recuerda que la
zona de China en la que estamos es musulmana. Nuestra última cena antes de
comenzar la carrera también contrasta con el verde de la mezquita, ya que en
ella predomina el rojo del jamón y el sabor intenso del chorizo.
A partir de aquí 6 etapas, día tras día, que nos van a poner poco a poco a cada uno en su sitio. Todas con encanto, unas más que otras, todas por hacer y con un único objetivo: poder salir en la de mañana. Cada día el mismo objetivo, y al acabar, cada día la misma recompensa: la gente, el ambiente, el paisaje duro pero encantador. La suma de todo hace que estemos tan enganchados a estas carreras.
La primera
etapa empieza con 10 Km .
de continua, aunque suave ascensión y acaba con 27 Km . más de constantes
desniveles dignos de una carrera pirenaica. El sol aprieta fuerte pero aun es
soportable. Este calor a más de 2200m nos estaba avisando de lo que nos
encontraríamos al llegar, en la etapa 5, al punto en el que el road book nos
indicará como el segundo mas bajo de la tierra, a casi 200 m bajo el nivel del mar.
Siguiendo
mi filosofía de carrera empiezo prudente, pero sin perder de vista los puestos
delanteros. No se donde acabaré, ni si acabaré esta carrera. 250 Km . pueden estar llenos
de sorpresas y problemas, pero quiero intentar estar delante. He entrenado para
ello y aunque llego medio lesionado de la rodilla no me voy a ir sin
intentarlo. Al final, llego segundo a 5 minutos del primero, un australiano muy
duro que ya dejaba las cosas claras nada más empezar.
La segunda
etapa tenia que ser pura montaña, pero el día amaneció con una niebla que no
deja ver a dos pasos y después de mucho esperar la organización decide cambiar
el recorrido y los 40 Km .
de alta montaña --teníamos que llegar a 2700m-- se convierten en 21 de pistas
fáciles y rápidas bajo una lluvia suave pero persistente que nos deja a todos
calados y después de cruzar un río con el agua a media tibia, con las
zapatillas chorreando. Un lujo, vaya. Y por la noche una tiritera de
campeonato. Temprano al saco y a descansar.
El tercer día, después de
Después de levantarnos a las 3 para un transfer de 3 horas en bus al comienzo de la 4ª etapa, a las puertas de un erg de dunas espectacular y acompañados como no, por unas gotas de lluvia que no llegan casi a mojar el suelo, se da la salida. La primera hora y media con nubes y cuatro gotas que se agradecen pero que cuando sale el sol te das cuenta de la trampa mortal que ha supuesto. El calor empieza a ser asfixiante, los controles de paso parecen cada vez mas lejos y acabadas las dunas, el terreno se convierte en una trampa de arena compacta que se rompe bajo tu peso y te hundes de tal manera que avanzar se convierte en un suplicio. Andar es prácticamente imposible. Correr, aun siendo la mejor opción, te castiga las piernas y convierte los kilómetros en millas que no acaban nunca. El agua se acaba mucho antes de llegar al siguiente CP. Hay que ser prudente. Voy segundo pero aflojo un poco. Me pilla un sudafricano casi llegando a meta. Me da igual, tengo margen de sobra sobre él en la general. Llego a meta y el sudafricano está pagando el esfuerzo tumbado en el suelo, semiinconsciente. Los doctores rociándole con agua para bajarle la temperatura y dándole bebidas isotónicas a sorbos para volverle en si. El cuarto llega a los pocos minutos y duplica el trabajo médico al caer también inconsciente y en medio de convulsiones. Damon, el líder, y yo intentamos ayudar como podemos y coincidimos en un detalle: no vale la pena llegar así, ninguna carrera ni ninguna clasificación justifica poner en riesgo tu vida.
Finalmente
llega la etapa larga. Hoy tocan 80
km . Si hemos corrido por montañas preciosas y mares de
duna espectaculares, ¿qué podemos encontrar hoy que haga esta etapa diferente?
Asfalto, campos de melones, rectas interminables y un calor que, después de la
dosis de lluvia matutina, se convierte en lo mas duro que he soportado en mi
vida. El agua de las botellas no se puede beber, y si intentas refrescarte con
ella te arriesgas a quemarte la piel. Viendo que la primera posición se está
convirtiendo en inalcanzable y teniendo un margen de casi una hora con respecto
al tercer clasificado me limito a pasar esta etapa lo más
"cómodamente" posible y sufriendo sólo lo indispensable, para llegar
a meta en segundo lugar junto al tercer y el cuarto de la general. Fue una
etapa tan absolutamente fea y falta de carisma que aun siendo larga no merece
ni darle una sola línea más. Después de mas de 15 horas de sufrimiento llegar
al campamento fue un lujo. Volvemos a estar en el desierto. La imagen de las
montañas de arena calma el desengaño que he sentido al correr asfalto y ver una
autopista en medio del desierto. La gente va llegando a lo largo de todo lo que
queda del día, y aún después de anochecer el goteo de almas en pena que han
soportado horas y horas de sol y calor va llenando el campamento.
El día de
descanso viene bien a todo el mundo. Algunos todavía van llegando. Los más
aprovechamos para dormir, curarnos los pies y hablar y hablar. Gente de un
montón de países diferentes tiene mucho que contar y tú mucho que compartir con
ellos. Es un día también duro para mi, ya que no suelo cargar mucha comida para
esta jornada y sabiendo que mañana ya solo quedan 14 Km ., siempre decido que
este día estaré en semi ayunas y así rebajar el peso de la mochila.
La última
noche, como decía antes, una tormenta de arena intenta hacernos el sueño
imposible. Lo consigue con muchos. Conmigo no. Lo último que recuerdo es
taparme la boca y la nariz con el buff y encerrarme dentro del saco. Si
desaparece la haima me da igual, pero si hay que dormir....se duerme.
Finalmente la última etapa. Es como un sueño, pero no: es
real. Arrancamos y después de un par de kilómetros estamos corriendo entre
montañas de arena. Parecen dunas compactadas. No muy altas pero lo suficiente
para tener la sensación de correr dentro de un cañón. En la base un sendero
donde no te caben los dos pies juntos. Sensación de velocidad. 4 tíos, uno
detrás de otro corriendo sin parar. Sin levantar la vista. Ya nada que ganar en
la clasificación final. Tampoco nada que perder. El camino sube, subimos a
fondo. El camino baja, y aun baja más, y se descuelga casi vertical y nos lanzamos
al vacío. El polvo que levantamos no te deja ver al que va delante y masticas
arena. Pero da igual. Ahora ya todo da igual. Estoy disfrutando de un premio.
Llevamos mucho rato dentro de estos cañones. Deben faltar solo 5 Km . para acabar la Gobi March 2011.
Llevamos casi 250 Km .
en los pies, en las piernas y en la espalda, pero sobretodo en la cabeza y en
las retinas. Ahora el camino sube casi vertical. El grupo se corta. Ahora baja
a muerte. Me quedo solo. Mejor. Quiero sentir estos últimos Km. a mi aire. Bajo
desbocado. Me siento volar. Feliz.
Menos de 1
km . Salgo del cañón y se me pone la piel de gallina y
los ojos me quieren traicionar. Se humedecen pero no les dejo. Delante mío, en
medio de un valle rodeado de montañas de arena compacta y rojiza, aparece un
impresionante templo budista. En medio una pancarta, "GOBI MARCH
2011", la línea de meta. Fin de un sueño, o principio de otro, no se. Solo
se que soy Finisher de otra gran carrera, de otro gran reto. Y en segunda
posición. El primero de los perdedores dicen. Pero no es cierto. cuando acabas
una carrera de este tamaño has ganado, y has ganado muchas más cosas de las que
puedes imaginar.
3 comentaris:
INCREÍBLE crónica.
Gracias por publicarla.
Un saludo y kilómetros.
Gracias Jaume, ..me ha encantado recordar estas emociones.....
Gracias a vosotros por el comentario!!!
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