7/8/12

MI VECINO ME TIENE HASTA LOS HUEVOS (ESP)

Aviso importante:

El propietario de este blog (o sea yo) no se hace responsable de las opiniones versadas en el siguiente post por parte de quien lo ha redactado (o sea yo, también) y notifica a las autoridades competentes (si es que las hay) que AÚN no se ha maltratado ningún animal. Pero que todo se andará.

El problema ya viene de lejos. Bueno, no lo suficientemente lejos supongo y por eso es un problema.

Yo decidí vivir en un pueblo bastante grande para que no sea tranquilo y relativamente pequeño para que no sea, no se, digamos que para que no sea grande. No soy de los que han buscado una vida idílica en un pueblo de montaña, rodeado de animales idílicos, sonidos idílicos y silencios idílicos. No, yo he decidido vivir en Roda porque quiero escuchar el ruido de los vecinos, de los coches en todo momento, de motos de quillos sin tubo de escape, los camiones como pasan y hacen tambalear las ventanas, los petardos el día que gana algún equipo de fútbol (sea el que sea, ya que siempre hay capullos que tiran petardos), me encanta el ruido del camión de la basura a las tantas y me apasiona oír los gritos de verdulera de algunas conciudadanas. Si, decidme raro pero si vivo aquí es por que quiero oír los ruidos de un pueblo. Los que corresponden.



En un acto de la más absoluta concesión y poniendo toda mi buena voluntad, diríamos que me conformo con unos cuantos ruidos de los que son o podrían ser considerados idílicos (hoy aburriré esta palabra): Me conformo con oir cerca el rumor del río (es el que tiene si vives en Roda de TER). Me conformo con el repique armonioso, acompasado ya todas horas de las campanas de la iglesia. Me conformo con los pájaros que okupan los árboles de mi jardín, los grillos, las ranas y yo que sé cuántos animales más. Todos estos ruidos ya estaban, forman parte del trato y venían con el contrato.

Pero no decidí vivir en un pueblo de más de 6000 habitantes, si, lo habéis leído bien, más de seismil habitantes para oír un gallo de los cojones desprogramado que canta a todas horas y el tiempo que le place.

Si, desde hace unos meses, unos vecinos tienen un gallo.

Resulta que si quieres hacer obras debes pedir permiso al ayuntamiento. Si estas obras afectan al vecindario, creo que tienes que pedir permiso incluso a los vecinos. Pero si quieres tener un gallo, que den por el saco a los vecinos. No les parecía bien un gato? Sólo con un triste cambio de letra puede cambiar la vida de una colectividad entera! ¿No podían comprarse una iguana? ¿Un periquito? ¿Un acuario con mil peces de colores? ¿Un cocodrilo o un dromedario? ¿Era tan complicado?

No. Tenía que ser un gallo. Y además se lo dado tarado. A mí me explicaron de pequeño que los gallos, los que hacen que si quieres ir a vivir a un pueblo idílico, oir su canto hace que aún lo sea más (idílico), cantan a la hora de levantarse, cuando sale el sol. A mí me explicaron así.

El hijo de mala gallina de mi vecino canta mucho antes de que salga el sol, a las 6 ya las está dando y lo alarga el tiempo que le sale de los huevos (nunca mejor dicho). Pero es que el muy pollo vuelve a la carga al mediodía, por la noche, y cuando le pasa por la cresta. Lo he consultado conmigo mismo y me he dicho que si el gallo es digital, que no lo creo, esto debe ser un problema de programación, y en el caso de que sea analógico, mucho más lógico, será que se atrasa y por eso suena cuando no le toca.

La wikipedia dice textualmente que si un gallo atrasa hay que darle cuerda. Me han dicho que se hace dándole vueltas al cuello.

Muchas.