5/1/13

HOY HACE UN AÑO, Y NO LLEGA... (ESP)

Después de medio año de calvario y desengaños, con una lesión en la rodilla fruto del desgaste y agravada por los 250km de la Gobi March 2011 donde ya corrí lesionado, después de 6 meses de buscar y rebuscar alternativas y habiendo pasado por 3 médicos que me aseguraban que se había acabado correr, hoy, día de Reyes, hace justamente un año que entraba entre ilusionado e incrédulo en la consulta de un médico que me habían dicho que trabajaba investigando con células madre y que quizás podría regenerar mi cartílago. No tenía nada que perder y mucho que ganar, pero tenía claro que la respuesta iría por el mismo camino que las otras veces: tienes que dejar de correr.

Tras explicarle cómo me la había cascado, cuántos kilómetros llevaba, en qué condiciones, y de explicarle que lo que quería era seguir corriendo, más lejos si cabía, y de hacerme una primera exploración y de ver la resonancia magnética que llevaba, el Dr. Robert Soler fue muy claro dentro de la distancia que siempre mantienen los médicos:





-Tienes la rodilla muy jodida. No puedo prometer nada, pero la única posibilidad que tienes de poder volver a correr es nuestro tratamiento.

De buenas a primeras podrías pensar que te quiere vender la moto y cobrar los 18.000 € que vale, pero continuó su monólogo, ya que a mí no me salían las palabras y creo que sólo tenía ánimo para escucharlo mientras me explicaba de qué se trataba y lo que podían conseguir.

-Tú necesitas nuestro tratamiento, pero nosotros necesitamos tu rodilla. Si no tienes prisa, en junio haremos otra tanda de tratamientos subvencionados como investigación para mejorar el sistem .... bla, bla, bla ... Yo ya no le escuchaba. Se me hizo un nudo en la garganta y sólo quería saltar su mesa y abrazarlo, pero mi cerebro estaba bombardeando sensaciones a tanta velocidad que ni eso podía hacer. Yo solo era un cúmulo de felicidad. Podría volver a correr. Seguro.

Pero no todo podía ser tan bonito. Llegó junio y me pasaron a después de vacaciones, de septiembre a octubre; ahora ya tenemos la pasta de la subvención y sólo se necesitan permisos; será en noviembre; aún falta uno pero antes de Navidad seguro;  todavía no ha llegado, pero en enero lo arrancamos todo...

Y aquí estamos... Estoy negro esperando el tratamiento en la rodilla. Y no llega. Nunca acaba de llegar...

Pero usando el zoom ese que te aleja y te da una mejor perspectiva me doy cuenta que no sirve de nada cabrearse. Y me lo tomo con calma.

Sé que es la mejor opción ... qué diablos, es la única opción para conseguir que mi rodilla izquierda vuelva a correr horas y horas, y con ella el resto de mi cuerpo, y con el resto de mi cuerpo mi pobre y solitaria neurona, que pobrecita, aunque se está"aciclistando" a marchas forzadas y eso es bueno para ella y para mí, todavía tiene -tenemos- muchas ganas de volver a calzarnos las zapatillas y gastarlas contra el suelo y castigarnos las uñas a pedradas cuando, de tan cansado, cuesta levantar los pies del suelo.

Soy plenamente consciente de que no es culpa de los médicos - los Dres. Robert Soler y Lluís Orozco del ITRT- a quienes ya considero mis ángeles de la guarda. Ellos me animan, me empujan, quieren hacerme el tratamiento -si va bien, ellos también tienen mucho que ganar- pero al ser un tratamiento subvencionado como investigación y caro como cambiarse el coche, entre que el país está como está y aquí no afloja la pasta nadie y todo son recortes, y que si hoy en día, en este entorno lleno de burocracia que vivimos, cualquier cosa ya lleva un montón de papeleo, no me quiero imaginar la que debe rodear un proceso que lleva las palabras "células madre" en el título... Como les podría explicar yo a los del departamento que sea del ministerio que corresponda que no, que no me quieren clonar, que bajo ningún concepto correrán por el mundo dos energúmenos iguales a mi, con mis características y pocas gracias. Que no, que sólo me quieren regenerar el cartílago. Y basta.

Pero, haciendo un acto de fe y suponiendo que finalmente esta vez sea cierto y enero de 2013 sea la fecha, entre una cosa y otra podría empezar a entrenar a finales de la primavera. Por tanto, ya tengo claro que si quiero hacer algo largo y lejos antes o durante el verano, deberá ser en bicicleta. Vale, ésto ya lo tengo claro, o al menos lo tengo medio pensado. Y aunque sin fecha para empezar el tratamiento no quiero hacerme demasiadas ilusiones -pienso que cuando llegue habrá llegado- ya tengo ganas de planificar de una vez por todas, mi futuro como corredor.

2 comentaris:

ser13gio ha dit...

Mucho ánimo. A estas alturas haz caso a todo lo que te diga, ponle voluntad y paciencia, y aguanta lo que te echen. Ojalá salgas de esta. Mucho ánimo.
s

Jaume Tolosa ha dit...

Gracias Sergio,
Por una vez voy a hacerte caso, voluntad y paciencia en cantidades industriales. Me alegro que tu hayas superado lo tuyo, ya lo sabes, como yo lo haré, sin duda!!!

Un abrazo

j